Sustitución de creencias

 

La importancia de las creencias es tan grande que en ocasiones pueden llegar a resultar muy limitantes. Las creencias que tenemos de nosotros mismos nos proporcionan una imagen más o menos digna y forman la base de nuestra personalidad. Pero estas creencias no están basadas en la realidad, sino en la manera que usamos nuestro pensamiento. Aunque están constantemente en nuestra mente, permanecen arraigadas en nuestro subconsciente y nos llevan a actuar de una manera u otra, a seguir el camino de la derecha o el de la izquierda.

Enterrando e instalando creencias

Este ejercicio se encuentra en el manual del anexo y tiene por objetivo desechar una creencia e instalar una nueva. Se trata de desinstalar la creencia limitante o conflictiva que nos hace daño y generar una nueva con la que poder llevar a cabo los objetivos que deseamos.

Cuando tenemos creencias disfuncionales nos invaden sentimientos de culpa, miedos o inseguridades que nos impiden actuar y conducirnos de una manera sana por el mundo.

La nueva creencia ha de estar formulada en positivo, dentro de la realidad de la persona, en términos de posibilidad y acción en curso, ecológica, es decir, que tenga los requisitos de una buena formulación de objetivos. Una creencia como “Creo que puedo dejar de comer tantas patatas fritas” contiene un aspecto negativo como dejar, por lo que es mejor plantear la creencia como “Creo que puedo empezar a comer más ensalada y comida sana”

Para el ejercicio se necesita un lugar espacioso, seis papeles y un lápiz o plumón y lleva alrededor de 30 a 45 minutos.

Pasos a seguir:

  1. Colocar en el suelo tres papeles, uno con la leyenda escrita “creencia actual”, otro que diga “abierto a la duda” y otro “creencia de museo”.
  2. Enfrente de estos, a una distancia de unos 60 cm., coloca otros 3 que digan “creencia nueva”, justo enfrente de “creencia de museo”; “abierto a una nueva creencia” enfrente de “abierto a la duda” y finalmente, “espacio sagrado” enfrente de “creencia actual”.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  
  3. Pasa por los diferentes anclajes espaciales (papeles), uno por uno, primero fuera del papel, mientras respondes a las preguntas que corresponden a cada uno. Toma tu tiempo. Después párate encima del letrero, respira. Sal. Sigue avanzando por los diferentes papeles repitiendo el proceso. Observa tu FISIOLOGÍA en cada paso que vayas dando. En el paso 6 pregúntate: con esta misión y estos sentimientos, ¿quién soy yo o a qué me parezco? Soy como… Con estas preguntas piensa en un SÍMBOLO. Utiliza el primero que venga a la mente. Ahora frota tus manos para generar energía y elévalas mientras INTEGRAS el SÍMBOLO  de quién eres ahora y define cuál es tu misión.
  4. Pasa con la “creencia actual” al papel 1, la que pensaste al principio. Enúnciala en voz alta, luego pasa por el espacio 2 “abierto a la duda” y vuelve a enunciar la misma del espacio 1. Hazlo otra vez en el espacio 3, en “la creencia de museo”. Déjala aquí. Normalmente hacer esto puede causar risa, extrañeza, incredulidad. Esto es señal de que la creencia limitante (la del inicio) se desinstaló. Es increíble, pero así sucede muchas veces.
  5. Pasa a la “creencia nueva” 4, repítela en presente, positivo y afirmativo, en voz alta, respirando profundamente. Pasa a “abierto a nueva creencia”, el 5, y repite tu creencia nueva, en presente, positivo y afirmativo. Finalmente ve  al “espacio sagrado”, el número 6, y mientras la repites, disfrútala, frota tus manos una contra la otra y elévalas visualizando tu SÍMBOLO de quién eres ahora y tu misión. Respira profundamente.
  6. Pasa inmediatamente al espacio de “creencia actual”, el 1, con esta nueva creencia e instálala en tu mente al decretarla en voz alta. Respira profundamente.
  7. Revisa si esto es bueno para ti y los que te rodean. (REVISIÓN ECOLÓGICA) ¿Cómo te sientes y qué piensas de la nueva creencia que acabas de instalar?

La creencia se instala en este ejercicio y sólo hay que repetirla constantemente llamando al SÍMBOLO (y la misión) que haya surgido en el ejercicio. Es conveniente hacer esto por la noche antes de dormir junto con respiración profunda para que durante el sueño el INCONSCIENTE siga trabajando en ella.