Bienvenid@s a nuestra web

 

  Nuestra web pretende exponer una serie de métodos y técnicas variadas que se aplican en Psicología       para resolver situaciones problemáticas y aliviar determinados síntomas de malestar emocional. Se trata   de técnicas que han mostrado su utilidad en diferentes patologías como la depresión o la ansiedad. La     finalidad de esta página es servir de orientación y guía en muchas facetas de la vida, así como                 encontrar la manera de superar y afrontar algunos problemas de una forma autónoma siguiendo los         métodos y procedimientos propuestos.  Estas técnicas no están exclusivamente diseñadas para el             tratamiento de los trastornos psicológicos, aunque han sido ampliamente utilizadas y probadas para la     superación de los mismos. No obstante, cualquiera se puede beneficiar de ellos, sin necesidad de             padecer problema alguno, sea para mejorar sus relaciones sociales, su vida laboral, familiar, o                 simplemente para su crecimiento personal.

 Aquí podréis encontrar ejercicios para desarrollar la autoestima, aumentar la asertividad, las habilidades sociales o técnicas de relajación con las que afrontar algunos miedos.

Entre los métodos expuestos también se encuentran las Técnicas de Programación Neurolingüística (P.N.L.) o las Técnicas de Liberación Emocional (EFT), no muy extendidas todavía en España, pero muy populares en Estados Unidos, y con un gran éxito como terapia emocional alternativa. Podéis encontrar también algunos programas de autoayuda para resolver algunos problemas como la depresión o las obsesiones. Sin embargo, el contenido de la web no pretende sustituir a la figura del terapeuta, psicólogo o psiquiatra, de manera que si presentamos síntomas intensos de depresión, ansiedad o algún otro tipo de trastorno y nos crean problemas graves en diferentes ámbitos de nuestra vida debemos acudir a la consulta de un profesional para poder recibir el tratamiento adecuado.

Toda la información aquí contenida, más que tener un objetivo terapéutico o de sanación emocional, tiene un propósito puramente informativo y, en todo caso, preventivo o de desarrollo, pero en ningún caso el de solucionar una depresión o cualquier otro trastorno psicológico, para eso están los profesionales de la salud. Existen técnicas muy sencillas, de muy fácil aplicación, que nos pueden servir de apoyo en un momento dado y sin necesidad de acudir a un psicólogo. Todos, como seres humanos, podemos pasar por momentos de crisis emocional, o momentos de mayor ansiedad, sea por cuestiones laborales, personales, familiares… y no necesariamente significa que padezcamos de ningún trastorno específico. Sin embargo, nos puede ser de gran utilidad conocer una serie de técnicas para controlar nuestro nivel de ansiedad, nuestra autoestima o simplemente para crecer como personas. A través de ellas es posible prevenir un futuro trastorno de ansiedad o del estado de ánimo.

En esta web podréis encontrar también algún cuestionario psicológico como el Inventario para la depresión de Beck. Este tipo de cuestionarios no tienen ninguna validez diagnóstica. Aunque estén acompañados de una interpretación a partir de la puntuación obtenida, por si solos no tienen ningún significado, por lo que si lo que queremos es determinar algún tipo de diagnóstico deberemos solicitar la asistencia de un profesional.

Asimismo, si usted se encuentra gravemente deprimido lo más probable es que no pueda seguir el programa indicado para el tratamiento de la depresión, pues seguir el programa de manera autónoma requiere una motivación de la que probablemente carezca en ese estado depresivo. No obstante, sí que le puede ser de utilidad si se encuentra levemente deprimido o por lo menos ya tiene un cierto estado de activación y predisposición adecuado para afrontar la situación de una manera más autónoma y sin la asistencia del profesional. En todo caso, y ante la duda, consulte al profesional.

 

En muchas ocasiones pensamos que para ir al psicólogo necesitamos estar gravemente enfermos o deprimidos y no somos conscientes de que las personas, como necesitamos de un  asesor fiscal para que nos realice la declaración de renta que tenemos que presentar a la Agencia Tributaria, podemos también necesitar en un momento de crisis, un asesor emocional que nos enseñe el camino de la relajación o de la tranquilidad y el bienestar emocional. Existe todavía, en pleno siglo XXI, un cierto reparo a la hora de solicitar asistencia psicológica, quizás interpretado como un signo de debilidad.

En todo caso, el psicólogo no es una figura enfocada únicamente para tratar enfermos  o psicopatologías, sino que desempeña un papel también importante para desarrollar el potencial humano de las personas. En este sentido, enfoques como el de la terapia Gestalt tienen el objetivo de aumentar la conciencia de las personas en la responsabilidad que tienen sobre su propio bienestar. El darse cuenta o “awareness” consiste en tomar plena conciencia de lo que uno está sintiendo, pensando o haciendo y qué función cumple todo ello en su vida.

 

La “Psicología de la Gestalt” o  “psicología de la forma” revolucionó el camino de las ciencias psicológicas, ya que expuso la radical importancia del estudio de los elementos en conjuntos, en estructuras, e incluso de las formas, y qué procesos intervienen en la percepción de éstos, en los seres humanos.

Existen multitud de ejemplos fascinantes, como las imágenes de “doble sentido” o las “ilusiones ópticas” que nos muestran cómo muchas veces nuestra percepción y nuestros sentidos no son perfectos y dependen, en ocasiones, de la experiencia previa o del ámbito cultural. Observemos la imagen siguiente:

 

 

Los círculos concéntricos aparentan ser una espiral que parece rotar, sin embargo se trata de una ilusión óptica, la imagen no se encuentra animada... el efecto de movimiento se produce por los movimientos oculares involuntarios al tratar de ver la imagen de forma general.

 

La percepción es aquel proceso psicológico por el cual, el individuo organiza, interpreta y agrupa los estímulos recibidos para darles un significado coherente. El estudio formal de la percepción no tuvo lugar formalmente hasta finales del siglo XIX y principios del XX. Max Wertheimer, Kurt Koffka y Wolfgang Köhler, fundadores de la teoría de la Gestalt, fueron algunos de los personajes más relevantes.

La Gestalt establece como fundamento que el todo es distinto de las partes, de lo cual se deduce una serie de principios o leyes de la organización perceptiva que pasamos a ver a continuación:

 

Ley de la proximidad

Cuando los elementos están próximos en distancia, tendemos a agruparlos y formar “todos” que separamos a su vez por la distancia.

 

 

En la figura 1 podemos ver seis líneas paralelas, pero que a primera vista parecen tres bandas separadas por dos espacios mayores. En la figura 2 tendemos a relacionar los triángulos de manera horizontal, y nos es muy difícil percibir una relación vertical. En la figura 3 vemos que no influye la forma, el color, etc. sino que el único factor que logra esta agrupación es la proximidad; y vemos que no es intuitivo establecer otra relación entre los círculos, triángulos y cuadrados, más que tres conjuntos separados.

Existen diferentes tipos de distancia. Estas pueden ser  físicas, emocionales, intelectuales, de clase... Tendemos a homologar y a superponer: si estamos cerca físicamente pensamos que también lo estamos afectivamente; o si nos queremos (proximidad  afectiva) entonces pensamos que deba haber acuerdo en todo (proximidad intelectual). 

 

Ley de la semejanza o equivalencia

Los elementos similares tienden a verse como parte del mismo conjunto o bloque y estos conjuntos se pueden separar claramente del resto. Tendemos a crear grupos cuando algunos de los elementos visualizados comparten ciertas características como forma, color, tamaño, grosor o tipo de línea, etc. Para que se pueda apreciar esto, sin ser influido por la Ley de la proximidad, los elementos están distribuidos por igual distancia:

 

 

Esta figura se ve más fácil como seis columnas que como filas horizontales. La percepción agrupa las figuras por su similitud de forma

En el terreno psíquico intentamos organizar "mapas" que nos orienten en un mundo que desconocemos agrupando a veces individuos, situaciones, objetos o hechos por sus rasgos semejantes, intentando hacer familiar un mundo desconocido para nosotros.

 

Ley de Prägnanz, o de la buena forma

La palabra alemana Prägnanz es entendida como la tendencia a percibir las formas complejas de un modo más simple, simétrico, ordenado, resumido y esquematizado, de modo que sea más sencillo memorizarlas. Pero esto no sólo ocurre en imágenes estáticas. Cuando observamos algo moverse, generalmente el móvil es un complejo conjunto de elementos, que agrupamos en un todo-simplista, gracias a que cada parte sigue un destino común. Y para referirnos a aquellas formas que ya de por sí son simples y fácilmente memorizables, se emplea la expresión “buena forma”.

El cerebro prefiere las formas integradas, completas y estables. Esta ley de alguna manera involucra a otras leyes, ya que el cerebro prefiere también formas cerradas, continuas, simétricas (ley del cierre; ley de la continuidad), con buen contraste (figura- fondo) es decir, nítidas, definidas. 

 

 

 En la imagen, hay un juego curioso de fondo y forma, ya que si nos fijamos en el negro vemos una letra "A" mientras que si intentamos separar los cuadros blancos apreciamos 4 conjuntos de cuadrados blancos: aún así, nos cuesta no dejar de percibir la letra "A".

A veces intentamos definir aquello que no está definido, poner rótulos, etiquetas y/o encasillar es una forma de intentar dar una forma acabada a algo que no la tiene, porque lo difuso o ambiguo transmite la sensación de desconocido y esto despierta cierta inquietud y/o malestar al ser percibido como un campo donde no hay figuras claras.

 

 

Ley de cierre

Esta ley es muy interesante, porque indica que la percepción es capaz de completar imágenes, con información que en ellas no hay. Veamos unos ejemplos.

 

 

La figura consta de tres partes separadas, ajenas unas a las otras. Sin embargo, gracias a la buena forma de la figura que existiría si esas curvas se unieran -un triángulo-, la percepción tiende a agregar la información que falta para que percibamos una figura coherente. Según dicen los estudios la información que agregamos la sacamos de la experiencia previa.

La siguiente figura depende radicalmente de la experiencia previa. Alguien que nunca en su vida haya visto una imagen con perspectiva –con aparente profundidad–, percibirá un dibujo plano y desordenado, pero la mayoría seguramente verá un cubo, añadiendo la información que hace falta, proveniente su conocimiento de esta figura.

 

 

Ley de simetría

 

 

¿Por qué todo es tan simétrico en el Universo? Es muy fácil notar que en la naturaleza encontramos simetrías por todas partes, como en nosotros mismos.

La ley de simetría tiene tal trascendencia, que desborda el campo de la percepción de las formas para constituir uno de los fenómenos fundamentales de la naturaleza. La biología, la matemática, la química y la física, y hasta la misma estética, se organizan siguiendo las leyes especulares, simples o múltiples, de la simetría. 
Es ley muy arraigada en el ser humano, cuya propia estructura fisiológica, también es simétrica, con una simetría especular sobre un plano vertical que lo divide en izquierda y derecha, pero no de arriba-abajo.

 

 

 

Ley de la continuidad

Esta ley nos dice que percibimos los elementos que siguen una línea como integrantes de una misma forma. Así, pasamos a percibir todo como un conjunto que suponemos continúa indefinidamente.

 

 

 

Ley de la experiencia

Desde que fue propuesta, esta ley ha estado en debate psicológico, como también filosófico. Es seguro que toda experiencia previa influye en la forma en que percibimos las figuras, pero… ¿los modos de percibir, también los adquirimos con la experiencia?, ¿o ya son propios del ser humano, por naturaleza? Es decir, ¿existe ya en el ser humano, conocimientos nativos, apartados de la experiencia, que le indiquen cómo debe percibir, y qué elementos debe añadir?

 

 

Este dibujo, fue utilizado por Robert Laws (1851-1934) para poner a prueba esta ley. Cualquiera que esté habituado a vivir en ambientes angulares -como tu casa-, percibirá que se trata de una habitación, cuyas paredes y techo están insinuados por el rayón central, en virtud de la ley de cierre, y por la ventana del lado izquierdo. Pero cuando este dibujo les fue mostrado a personas residentes en Malawi (sudeste de África), la mayor parte respondió que la familia que allí aparece se encuentra bajo un árbol, y que la “ventana” del lado izquierdo es una caja que reposa sobre la cabeza de la mujer. Conviene recordar que hablamos del siglo XIX, pero resulta notable cómo el ámbito social puede ser un factor clave en la interpretación de las figuras.

 

 

Ley de la figura-fondo

Esta es la ley más utilizada de todas, a la hora de crear ilusiones ópticas. Se trata de que una figura pueda tomar el papel de fondo, mientas que el fondo pueda convertirse en una figura. Pero ¿qué son en verdad los fondos y las figuras? En verdad, no son nada en sí — son lo que queremos que sean. Intuitivamente, consideramos que los fondos se extienden por detrás de las figuras, y que suelen ser difusos y menos llamativos; mientras que las figuras son cuerpos definidos, mejor estructurados, y que prevalecen sobre el fondo. En el mundo del Arte, jugar con estos dos conceptos, haciendo que ambos tengan simultáneamente las propiedades nombradas, es un recurso valiosísimo, como en los siguientes ejemplos.

 

 

Este es un ejemplo muy conocido. Se trata del Jarrón de Rubin, de Edgar Rubin, en donde el fondo se convierte en figura y la figura en fondo. Podemos observar cómo también saca partido de la Ley de simetría y de la buena forma del jarrón y los perfiles.

Otras imágenes conocidas son las siguientes.

 

                                                                                                                                                                                                                 

Hombre del saxo/Rostro                           Anciana/Perfil mujer joven                 Mariposa a la flor/Rostro mujer

 

 

Ley de Movimiento Común o Destino Común

Los elementos que se desplazan en la misma dirección tienden a ser vistos como un grupo o conjunto.
En el orden psíquico esta ley se manifiesta en las tendencias a agrupar a las personas o eventos por un rasgo común como sucede en el caso de la similaridad. Los "movimientos comunes" desde el punto de vista psíquico definen rasgos de compatibilidad entre caracteres, la diferencia es que estos rasgos se relacionan con el hacer (moverse) más que con el ser como en la similaridad.

    

 

 

Ley del contraste

Sin contraste no hay percepción, si el fondo es blanco y escribimos con tinta blanca no podremos percibir la figura. En el terreno de lo psíquico esta ley de la percepción se utiliza para hacer comparaciones entre diferentes situaciones y contextos. En este sentido aunque los valores absolutos  se mantienen, el explorar los valores relativos puede hacer que una situación cobre un valor diferente al modificar los puntos de referencia. Si acabamos de perder el trabajo, y comparamos esta situación con otras menos importantes, como perder un tren u olvidar comprar los tomates, entonces cobra una relevancia casi dramática, y si en cambio, se la compara con situaciones más graves como perder a un ser querido, entonces no parece tan grave. El concepto de "relativizar" y comparar con situaciones peores, funciona en base a la ley del contraste.  

 

 

En muchas ocasiones, utilizamos la ley del contraste para protegernos a nosotros mismos. En base a esta ley podemos contrarrestar nuestra baja autoestima relacionándonos con personas a las que consideramos inferiores a nosotros, o podemos caer en una profunda depresión porque nos comparamos constantemente con personas que están completamente fuera de nuestro alcance y no resulta nada realista hacerlo. Ni una cosa ni otra son positivas para nosotros. Debemos tomar conciencia de nuestras limitaciones y de las de los demás y relativizar las situaciones de forma realista y consecuente.